jueves, 25 de septiembre de 2008

Jugando "Oina" (National Romanian Sport)

El deporte nacional de Rumania es una especie de Béisbol muy divertido que nos trataron de enseñar. Según nos cuentan, el verdadero béisbol que se juega en los Estados Unidos es un derivado de este deporte y algún otro que llevaron desde la antigua Europa.


La primera complicación del deporte es acertarle a la pelota con el palo, para lanzarla lo más lejos posible. La segunda, correr por entre el campo sin que los adversarios te golpeen con todas sus fuerzas con la pelota. Si te golpean, eliminado.

Y para cortar el césped nada mejor que hacerlo a la antigua usanza. La guadaña bien amarrada y los brazos bien entrenados. Como podéis observar tenemos en la residencia un césped muy bien cuidado. Si viéseis el video que le hice a escondidas desde detrás de la cortina, veríais que el hombre va más rápido que en España con el cortacesped. Os lo aseguro. Y no tira humos.
Posted by Picasa
Por cierto, las respuestas a la entrada anterior han sido bastante acertadas. Primero, de las miles de tumbas que puedes ver por el cementerio, no hay ocupadas mas que un cuarto de ellas. En las otras, por raro que parezca, todo está muy bien cuidado, todo cerrado y pone:
Pepito Garcia, nacio en el año 1925. Murio en el 20 ... ... .
Que descanse en paz.
El problema lo tienen aquellos que no pensaron que iban a vivir tanto, y en la fecha de la defunción pensaron conveniente poner "Murio en el 19 ... ... ". A saber que arreglos deben hacer ahora cuando mueran.
Con respecto a las flores, las plantan encima de los muertos. Como se puede ver en la foto son de la opinión que es mejor plantar la planta una vez que no para de dar flores, que pasarte todos los meses por la floristería que te cobran un pastón. Han de tener cuidado de no hacer el agujero muy hondo o le tocan las narices al muerto con las orquideas (nunca mejor dicho).

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Paseo por el cementerio

Solo quedan tres días en Cluj-Napoca, así que sin perder el ánimo vamos a aprovechar cada minuto que nos queda en conocer esta ensordecedora pero curiosa ciudad.

Con intención de salir de la rutina de las clases, y aunque hiciese un frío de narices, uno se decidió con animo y alegría a darse un paseo tardío por uno de los dos inmensos cementerios que la ciudad posee. Visto que nadie parece tener ganas de pasar frío, me marcho yo solo. Me pongo la camisa de manga larga, el abrigo, regalo de la tía Blanca por Navidad, los pantalones de chándal largos mas los pantalones vaqueros encima, el mapa de la ciudad en el bolsillo y el gorro de NYCity en la cabeza. -Hasta luego Pedro. -Adiós Juan. Abro la puerta y me voy.

De camino hacia el cementerio me intento colar por un atajo, pero el segurata de turno me lo impide, saco el mapa, reestructuro la ruta y no tardo en llegar por otro camino a las grandiosas puertas del cementerio.

Ya hemos llegado. Lo primero que uno ha de preguntarse al llegar a uno de estos lugares es: ¿De que religión será? La respuesta debe ser encontrada en la preciosa Iglesia que hay a la izquierda.
Me acerco y con los ojos semicerrados, la mano en la barbilla, el cuello ligeramente torcido a la derecha y cara de saber de arte, uno se pone a mirar el edificio por fuera estudiando sus arbotantes y naves transversales y dice: Pues no es tan grande.
Algo es algo. Luego se asoma a las escrituras que hay a los lados de la puerta de entrada y encuentra algo parecido a esto:

“Gimi gimi. Poti poti. Hakuna matata. Jesusito de mi vida, eres niño como yo. Bailemos el Cumballa”

Después de un rato tratando de traducir las sagradas y emotivas escrituras de la pared, uno se queda así y dice: Pues sí que son religiosos, sí. Y si estas lucido en ese momento llegas incluso a intuir que al dios del vino y al resto del Olimpo no parece que estén benerando.

Habrá que adentrarse en el interior para descubrir más que, con la suerte Laorden que caracteriza a la familia, parece que están en pleno rito. La pregunta ahora es. ¿Qué estarán haciendo dentro? Con paso decidido atravesé la puerta de entrada y me introduje pausadamente en la oscura y tenebrosa sala principal.

A estas alturas de la historia bien podría dejaros con la intriga y haceros esperar al siguiente día que tenga más tiempo para escribir el final de la historia, pero no seré tan malo por ahora. Ya os deje con la intriga en la primera Entrada cuando a nadie le relaté lo que fascinantemente ocurrió dentro del misterioso taxi desde el aeropuerto hasta el Youth Hostel. Quizás en otro momento lo cuente.

Ahora seguiremos la historia en el enigmatico templo. Yo entré sin animo de molestar en aquel lugar fascinante, y lo primero que hice fue acercarme a uno de los últimos bancos de la Izquierda donde, en ese lado, parecía que había más gente.

Los bancos estaban ocupados por diferentes personas, todas ellas iguales. Abuelas de pie pero encorvadas y llevando ropas oscuras con pañuelo en la cabeza y faldas en las piernas. Solo había un hombre, que “curiosamente” era el único en el otro lado de bancos, pero yo no me percate de esta diferencia hasta pasado un buen rato.

El silencio no existió en el lugar desde que entré hasta que me marché. Un hombre bastante joven rezaba unos cánticos fuertes a toda la Iglesia desde el primer banco del lado “derecho” mientras los leía pasando infinidad de hojas de un gran libro que sostenía con ambas manos. Otro hombre mucho mayor, que parecía ser el cura, no hablaba, pero se dedicaba a hacer mil cosas por alrededor de la sala. Tan pronto nos apetufaba a las abuelas y a mi con un incansable botafumeiro, como daba besos a los cuadros de las paredes. Luego se metía en una sala, muy bien decorada y adornada en mil colores que se encontraba en el la zona que podríamos llamar “altar” y cerraba las cortinas en las tres puertas de este habitáculo. Después de un rato las volvía a abrir. Salía. Hacia no se que y se volvía a meter. Rezaba un poco con cánticos diferentes a los del joven cantor y volvía a salir. Así todo el rato, pero lo divertido era observar a las abuelas.

A cada dos por tres sin que nadie lo ordenase, cada una de ellas se agachaba lo máximo que podía intentando tocar el suelo con una mano sin que se les doblasen las rodillas. Dejaban el culo en pompa un rato, ante lo cual yo no podía apartar la vista, luego se alzaban y terminaban de santiguarse con la misma mano. Muy importante puntualizar que mis observaciones llegaron a percatarse que primero se pasaban la mano por el hombro derecho y más tarde el izquierdo (al contrario como me lo enseñaron mis buenas Carmelitas en mis años de colegio). Así estaban una y otra vez. Los culos bien en pompa. Primero lo hacía una y luego otra. Luego la que tenia al lado. Enseguida la de dos bancos más alante. Le seguían la del quinto y tercer banco, luego la más vieja de más allá y volvían a empezar.
A todo ello, los cánticos no cesaban y cada vez parecían más fuertes. Al cura ya lo veías volver a salir y besar los cuadros. La abuela de mi mismo banco que casi se cae de tanto que se quiere agachar. La de delante me pone el culo en la cara. El cura que vuelve a salir con el botafumeiro para pasármelo por las narices. Las abuelas que se ponen nerviosas y se santiguan más rápidamente. Los culos más arriba. El Jesucristo de la pared que no me quita la vista de encima y yo que acabo de descubrir que el lado izquierdo de los bancos (en el que me encuentro) es solo para las mujeres, mientras que en el derecho es para los hombres. Menudo descaro el mio. El cura que parece que me quiere lanzar el botafumeiro a la cabeza. Las abuelas que ya entiendo porque me miran mal. El Jesucristo parece más enfadado todavía, y yo sin entender ni papa de lo que el hombre está cantando a los cuatro vientos............. Socorro!!!

No dude en salir del lugar sin que el extraño ritual se hubiese dado por concluido. Aun era de día y estaba en pleno cementerio. Pero por fin aire limpio del exterior. No más pedorros de abuelas disimulados con un poco de botafumeiro por aquí, y otro poco por allá. Y silencio. Nadie cantaba a gritos. Ahora volvía a estar yo a solas y como única compañía los muertos de debajo de las tumbas retratados en las fotos que incrustaron sus familiares en las lápidas.

Ahora sí. Vamos a dejarlo por hoy. La historia que prosigue por el interior de aquel inmenso mortuorio la dejaremos para otro momento. A cambio os dejo unas cuantas fotos del sitio. Pero... ¿veis algo raro en ellas? ¿Con cuantos años muere la gente según las lapidas? ¿Llevan flores los rumanos a sus muertos o encuentran otras alternativas?

(La respuesta a estas preguntas las habéis de dejar en un comentario) No tardareis nada.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Nunca nos aburrimos

Hola mis fieles seguidores. Ya estoy escribiéndoos de nuevo. No lo he hecho hasta ahora pensando que mi vida aquí no es interesante, por lo que no se muy bien que puedo escribiros como novedad, pero unas cuantas conversaciones con conocidos me han hecho ver que cualquier cosa que escriba os puede parecer curiosa o de interés por el hecho de que no conocéis nada del lugar. Así que narraré algunas de las cosas más divertidas que encuentro por esta ciudad Rumana.

El tiempo no lo estamos desaprovechando en absoluto. El fin de semana pasado todos los Erasmus nos fuimos de excursión. Primero visitamos unas cuevas inmensas de donde, según nos contaron, los romanos ya extraían Sal para sus alimentos. Las fotos son una pequeña parte de lo que allí había. Creo que llegamos a caminar kilómetros bajo tierra viendo infinidad de salas construidas por el hombre durante cientos y cientos de años encontrándonos lugares de 200 por 200 por 100 metros. Y todo eso bajo tierra a cientos de kilómetros de la superficie iluminado solo por luz electrica, aunque te podías imaginar a los antepasados, hace cientos de años, cavando con antorchas de fuego y caballos que movian carros de sal por dentro de los tuneles sin que los dejasen nunca salir al exterios. Una pasada. Los caballos se quedaban ciegos en cuestion de tres años trabajando allí dentro.

Luego hicimos algo de senderismo por la montaña y una garganta preciosa que atravesábamos por una senda con puentes sobre el río. Precioso.

Ayer por ejemplo nos dimos los tres españoles un paseo nocturno a las 11 de la noche. Íbamos en busca de los otros estudiantes Erasmus, los cuales estaban teóricamente viendo el partido uno de los partidos de fútbol en un bar. Después de veinte minutos dando vueltas y asomándonos por todas y cada una de ventanas de las decenas de los bares en los que podían estar nos dimos por rendidos, no fuimos capaces de encontrarlos, así que decidimos seguir nuestro paseo hasta el centro de la ciudad.


La noche estaba siendo muy buena hasta que vimos un termómetro. ¡¡¡Marcaba únicamente 8 grados!!! Nosotros íbamos abrigadillos pero... 8 grados...!!! Que frío!!! Después de ver el termómetro nos entró tanto frío que dimos media vuelta y nos encerramos en las habitaciones.
De lo que más me asombré es de la tranquilidad que se respiraba en la ciudad a las 11 de la noche. La ciudad es tranquila incluso a oscuras. No hay vagabundos. Ni uno. No hay mala gente ni grupos de jóvenes extraños. Nadie grita ni habla alto como nos gusta hacer en España. La gente te pregunta las cosas con mucha amabilidad y tratan de hablar el Ingles al ver que no les estás entendiendo.
Las dos chicas que organizan el tema del Erasmus aquí en Cluj se preocupan por todos nosotros continuamente. Nos mandan e-mails con las actividades que se desarrollan en la ciudad. Se preocupan por que encontremos un buen tren para movernos por el país cuando dejemos la ciudad en la que ahora estamos... Sinceramente reconoceré que tenía unas expectativas de Rumania mucho peores a las realidades a las que ahora me estoy encontrando. Habremos de ver si el resto del territorio rumano es semejante al que ahora estamos descubriendo.

Con respecto al tiempo añadiré que también nos han llegado las lluvias y los vientos otoñales. Por primera vez creo que voy a ver lo que son las verdaderas estaciones del año. Aquí se caes las hojas en Otoño!!! No me digáis que no es alucinante. ¿Cuántos pinos, olivos, naranjos o algarrobos se cortan el pelo en esta época del año? Ninguno. En Castellón no tenemos otoño. Esto sí que es un otoño como dios manda. Dar un paseo es de lo más entretenido puesto que no puedes dar un paso sin tratar de chafar las hojas secas que van cayendo de los árboles.
A 18 de Septiembre como se te olvide el gorro de lana cuando sales para la universidad te vas a congelar, y si el abrigo no tiene capucha seguramente te mojarás. A mí, que el mal tiempo me encanta, me parece todo perfecto (seguramente me gusta porque allá donde vivo escasean los vientos y las lluvias como estos).

Por cierto, nos han cambiado las profesoras que teníamos en las clases de rumano. Ahora, en vez de ser jóvenes y amables son Gnomos (espero que nunca lleguen a leer esto). No, pero es cierto. Son mujeres muy mayores que no miden más de metro y medio. Ahora mismo lo estoy comentando con Pedro, mi compañero de habitación, y nos estamos partiendo de risa, pero porque es verdad. Tamaño encongido. Estamos pensando en llevarnos mañana una cinta métrica y cuando se den la vuelta sacar el metro y.... descubrir su verdadera estatura. Podríamos llevarnos la cámara de video. Es curiosísimo verlas caminar mientras mueven sus bracitos delante de ellas y se pasean por entre los pupitres cuando tu solo puedes verles la cocorota que va de un lado a otro corrigiendo los ejercicios de los compañeros. Tampoco nos extenderemos en explicar cuanta pizarra son capaces de alcanzar. A sus ojos, la pizarra solo mide 15 centímetros de alto, más allá que eso, es el mismísimo abismo para ellas. Mientras tanto los estudiantes tratamos levantar el cuello a lo jirafa con el objetivo de poder leer lo que está escrito allá en la parte de abajo.

Os adjunto una foto de hoy a las 2 del mediodía cuando al ir a comprar billetes de tren. ¿Se ve bien el termómetro?

lunes, 8 de septiembre de 2008

Sin prisa pero sin pausa


Sin prisa pero sin pausas el tiempo se va dejando pasar. Las amistades se van consolidando, la integración cada vez se va haciendo mayor y la vida se asemeja cada vez más a una vida ocupada y sin mucho tiempo para uno mismo y su apreciado Blog. (Panoramica de Cluj-Napoca)

Llevo ya una semana en este curioso lugar y, aunque la primera impresión que hubo no fuese quizás la mejor, el hecho de integrarme perfectamente con el resto de estudiantes Erasmus me ha hecho comenzar a ver las cosas con ojos más sonrientes. Por ejemplo, la ciudad en la que me encuentro es bastante ruidosa. Las ambulancias parecen no saber que pueden circular sin la sirena encendida, por lo que cada cinco minutos oyes una bastante cerca. Los aviones sobrevuelan la ciudad tanto si vienen como si se van, y los autos parecen tener un mecanismo bastante poderosos y eficaz que les activa el fuerte claxon a cada semáforo por el que transitan... Si a todo ello añadimos que los europeos usan la mitad de decibelios que los españoles cuando hablan, podemos imaginarnos a un Juan que camina a sobresaltos mientras arruga continuamente el ceño preguntando WHAT??? Con el paso del tiempo uno puede acostumbrarse bastante (cosa que estoy experimentando con asombro) y la vida deja de ser tan “rara” para pasar a ser “curiosa”.

De todos modos no podemos quejarnos con que la diferencia entre culturas es tan diferente, porque no lo es. No tienes más que darte un sonoro paseo para poder encontrar elementos que a uno le pueden ser conocidos.

Julio Iglesias parece rejuvenecer cuando viene a Rumanía.

Las mandarinas de Castellón que tan ricamente cultiva mi vecino tampoco se privan de un Erasmus exprimido

Algunas de las marcas comerciales españolas también visitan el este de Europa, y los productos rumanos hacen intento de aprender español poniendo sus ingredientes en nuestro idioma. Como veis este pastel no lleva yema de huevo, pero si un poco de mono.
Mientras que las comidas a medio día solemos hacerlas fuera en una especie de restaurante-cantina (11 lei el menu), las cenas las cocinamos y las engullimos con gusto en la misma residencia. Pero como solo hay una diminuta cocina por planta (en nuestro caso una por cada dos) tuvimos que hacer unos turnos muy graciosos mediante los cuales poder cocinar y cenar todos. De este modo, nuestra organización se basa en que cada día un único país preparar uno de sus platos típicos, y con él se invita a todos los que solemos formar el grupo de amigos. Como se puede ver, los españoles también tuvimos nuestro momento de gloria, y no dudamos en cocinar unas suculentas tortillas de patatas que nos salieron a pedir de boca. Las había tanto con cebolla como sin, y para acompañar hicimos una sopa rápida, pues teníamos miedo que la gente se quedase con hambre. La cena salió riquísima!!!!




. . .




Aquí haré un paréntesis en mi aventura. Quiero hacer un comentario sobre el Blog en sí.Como veis no hace mucho han comenzado a aparecer los comentarios que escribís a las entradas. Al parecer todos vuestros comentarios han de pasar un chequeo por mi parte y no salen publicados hasta que no los leo yo primero y les doy el visto bueno. Yo no tenía ni idea. Pensaba que nadie quería escribirme y por ello el marcador de comentarios siempre estaba a cero, hasta que un alma caritativa (que me conoce muy bien), suponiendo que yo lo ignoraba, me mandó un acertado e-mail con instrucciones de cómo publicar los comentarios. La cosa es que ya se como hacerlo y a partir de ahora los nuevos comentarios no tardarán en salir.La reflexión por la que hago este paréntesis es por el asombro que experimenté cuando vi todos vuestros comentarios juntos y me puse a leerlos. Me parece increíble que tanta gente entre en el Blog. Gente que son amigos, familiares, conocidos y asombrosamente gente desconocida con ganas de leerme. Si he de ser sincero admitiré que me siento poderoso. Como si tuviese mi propia columna en cualquier diario comercial de la calle. Yo escribo aquello que considero y gente que incluso que no conozco muestra interés por ello y se decide a contestarme dándome ánimos a seguir con la redacción del Blog o muestra su alegría y entusiasmo con cada aventura. Verdaderamente me alegro de haber creado este espacio y os insisto en que no dejéis que mantener el contacto escribiendo vuestros comentarios siempre que gustéis. Me agradan mucho ya vengan de quien vengan.
Finalmente tengo que confesar que he tardado tres días en escribir esta insignificante entrada, y no ha sido por mi baja fluidez ante el teclado sino porque sinceramente no tengo apenas tiempo para sentarme y dejarme llevar por la escritura. Esta entrada quería haberla publicado el Martes. Por ello, a todos aquellos que quieran saber cuando se publica una nueva entrada sin tener que entrar cada día y encontrarse con que todo sigue igual, existe una opción por la cual se envía un e-mail a todas las direcciones de correo electrónico que se quieran con la información publicada. Es una opción automática que de momento no gasto, pero que si alguien quiere no tiene más que pedírmelo. A mi no me costaría nada pues es algo instantáneo.
Me despido por ahora. Saludos desde Rumania.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Curso de Rumano

A día de hoy se puede afirmar que uno ya se encuentra perfectamente asentado en la nueva ciudad rumana y totalmente inmerso en el cursillo intensivo de rumano con el conjunto de estudiantes Erasmus. Solo han pasado cuatro días y ya se puede afirmar que en Rumanía se está de lujo.


Por 42 Euros al mes que nos cuesta la habitación doble en el campus tenemos de todo lo necesario y mucho mas. Como prueba, esta super conexión a Internet de alta velocidad mucho mas rápida de la que hasta ahora a estado llegando a mi propia casa en España.

Las clases que nos están dando de lengua rumana (tres horas y media al día) son pa morirse a estudiar. Exigentes y eficaces, con una profesora encantadora y paciente que nos consigue meter poco a poco el endiablado idioma.

A parte de eso, el curso nos organiza el resto del día, por lo que tenemos las tardes organizadas con visitas a todo tipo de museos con infinidad de actividades varias.

Un día visitamos el museo de minerología importantísimo internacionalmente según nos dicen,

(un inmenso meteorito caido no se donde, minerales de Spania chuchurrios y piedras preciosas de alto valor economico)
otro día toca visitar el museo de Farmacia,
luego nos enguarramos un poco haciendo un poco de ceramica




















y mientras tanto nos vamos todos los erasmus de cena para celebrar el maravilloso cursillo que la Unión Europea nos regala tan gratamente.


Sinceramente;
¿Por que la gente no se va de Erasmus mas a menudo?!!!!!

Por fin fuera ! ! ! ! ! !





Rápido y veloz, sin apenas pensármelo, ha sido como he llegado a Rumania. No me ha costado nada tomar la decisión y mover cielo y tierra para venirme de Erasmus. Así es como siento que he comenzado esta aventura, y aunque, sinceramente como en casa no se está en ninguna parte, tampoco se está nada mal aquí en Rumania con todos los Erasmus. Al menos por ahora.

Me encuentro por el momento en Cluj-Napoca, una ciudad al norte de Rumania (para aquellos que quieran buscarme en un mapa) donde pasaré todo el mes de Septiembre aprendiendo rápido en un curso acelerado de rumano con muchos otros estudiantes de todos los rincones posibles de Europa. Pero mi presencia en esta ciudad no será muy larga pues, al igual que muchos de mis compañeros, cuando acabe el mes me marcharé de esta ciudad e iré en busca de mi verdadera ciudad Erasmus. Targoviste. Allí es donde me esperan para cursar mis estudios universitarios de Tercero de Magisterio de Educación Física, hasta entonces me centraré en estudiar el idioma rumano.

Para aquellos interesados escribiré un breve resumen de lo fácil que me fue salir de casa y llegar a buen puerto en Rumania. El vuelo, aunque con unos 40 minutos de retraso, fue fácil y sin complicaciones de gravedad (yo subí en un avión igualito a este). Quizás el mayor problema fuera mi pésima organización típica en mi persona y de la que no parezco aprender. Mi súper plan se resumía en pocos aspectos concretos:

La hora de llegada (la 1 am. de la noche del miércoles 3 de Septiembre).
Sin tener ni la menor idea del idioma (no trato de ser modesto cuando afirmo que el conocimiento del idioma era nulo al bajar del avión).
Con únicamente 11 Lei (2,14 €) e infinidad de €uros en billetes de los gordos escondidos por doquier alrededor de todo lo largo y ancho de mi cuerpo y vestiduras.
Finalmente, sin un misero sitio donde poder pasar la noche.

La increible oficina de Información del aeropuerto que yo tan bonita me había imaginado en mi imaginación, y donde yo pretendía resolver mi vida a base de preguntas en Ingles, no existía. Y casi podría afirmar que no existía aeropuerto alguno. El Aeropuerto Internacional de Cluj-Napoca bien podía ser mi casa. Los medios no abarcaban mas que una única sala de tamaño medio con cuatro bancos incómodos, luz tenue, ni un mínimo personal o trabajador presente y multitud de gentes con malas pintas y caras de miedo que paseaba sin rumbo alguno por entre el lugar a esas tempranas horas de la mañana. Mi distracción consistió por unos minutos en averiguar cual de ellos me sacaría la navaja antes. En el centro de la sala "yo" sobrecargado con infinidad de bultos.

Seguramente el aeropuerto era un poco mas grande que mi casa, los bancos no fueran tan incómodos y las navajas de los desconocidos no eran tan grandes como yo me podía imaginar, pero a esas horas de la noche, y auténticamente solo sin conocer a nadie de entre los millones de personas que me rodeaban a miles de kilómetros a la redonda, la cosa parecía muy negra (debía ser porque era de noche).

Si sigo así me parece que la mitad de vosotros no llegará a leer ni el final de esta primera entrada tomándome por pesado y no entrando nunca más a este súper Blog. Pronto no tardareis en descubrir que me apasiona la escritura y que puedo llegar a enrollarme mucho si no me controlo. De todos modos todos podéis añadir comentarios a estos textos opinando lo pesado que soy o lo mucho que me pierdo en detalles aburridos.

En resumidas cuentas, y dejándome las exageraciones para otro momento, salí fuera de la "tétrica y única sala del aeropuerto" para llegar a la calle. Allí me tocó esquivar y apartar a mamporrazos de maletas a los mil y un personajes que se hacían pasar por taxistas, los cuales pretendían meterme en sus "coches" y quedarse sin piedad con mis 11 Lei, mis veinte mil Euros escondidos y Dios sabe con que más. Yo acabé haciendo aquello que todos me habían tratado de recordar que no hiciese, que es meterme en un taxi y encima con un desconocido que decía ir al mismo sitio que yo. Por si no lo he dicho, yo creía conocer un Hostal que había visto por Internet y del cual tenía apuntada la dirección y el número de teléfono.

De nuevo, aunque podría enrollarme y explicaros las mil aventuras que ocurrieron dentro de aquel taxi, el abusivo precio que me clavaron, el desconocido que se montó conmigo... lo resumiré sencillamente: Esa noche llegué a dormir en el Retro Youth Hostel en el centro de la ciudad de Cluj. Habitación y desayuno 60 Lei.

A la mañana siguiente no me costó cogerme de nuevo las maletas (2 inmensas y una mochila, cargadas todas hasta los topes) y patearme las calles de la ciudad con el objetivo de encontrar el campus universitario donde me esperaban y al cual solo realizaban entrega de llaves entre las 7.30 y las 14.00 horas.

Esa misma mañana no solo deje mis cosas en la habitación en la que ahora me hallo, sino que me volvía a patear la ciudad, me presente en las oficinas desde donde organizaban el curso, recogí todo el material que allí tenían preparado para mi y me marche hasta el campus donde el resto de estudiantes ya estaban en su tercera clase de Rumano. A las once y media de esa misma mañana yo ya me encontraba integrado en mi primera clase de rumano.


Mapa de Cluj



Quieres oirme en la Radio?!!!

Me da un poco de vergüenza, pero bueno, lo pongo como algo curioso.

Confieso que estaba nerviosillo. No todos los días te llaman de la Radio para tocarte las narices de este modo, pero alegaré que no se oía nada y que la entrevistadora era un poco petarda.

http://www.radio.uji.es/emissions02/28_04_09_mon_a_uji.mp3

Animo amigos!