jueves, 19 de febrero de 2009

Ante las vueltas de la vida

La vida da vueltas. Muchas vueltas. Y aunque en ocasiones te creas que la tienes totalmente controlada siempre hay veces que ocurren imprevistos inesperados.

El como resuelvas tales imprevistos dependerá del nivel de maduración personal, de las situaciones que ya hayas tenido que afrontar con anterioridad, de la compañía que te acompañe en esos momentos, de tus niveles de valentía, coraje y ánimo momentaneos.

De este modo, un imprevisto puede ser considerado un problema o una experiencia entretenida. Esta situación puede hacerte decaer en la depresión o hacerte feliz al tratar de superar el reto, y la dificultad que tenga tal actuación dependerá únicamente de cuanta quieras darle.

Dicho esto dejo claro que yo no voy a deprimirme ante los retos que me plantea la vida.

Así pues, con la mente fría y con mucho tacto trataré de resolver el dilema que me llegó ayer vía teléfono.

Lo primero es analizar y entender bien lo que ocurre.

Lo segundo reflexionar.

Pedir consejo y hablarlo con aquellos que puedan ayudarnos.

No dejarse llevar por la desesperación.

Y tomar una decisión. La que se considere mejor.

Para finalizar no hay más que llevar a cabo tal decisión, y hacerlo sin miramientos ni vuelta a atrás. Sin miedo y con fe en uno mismo. Solo entonces la vida cobrará sentido y tú, como persona, habrás sabido avanzar un paso mas en el largo camino que es la vida.

martes, 10 de febrero de 2009

Correspondencia a Rumania

Hoy no tengo palabras para escribir. No tengo ni una sola, aun así voy a intentarlo:

Ayer iba yo caminando por la ciudad cuando recibí una llamada:

“Juan, te llamo de la Universidad, hemos recibido para Antonio un paquete desde España, y a que no sabes que…? También hay uno para ti!!!!!!”

Allá que me dirigí lo mas rápido posible tratando de imaginarme quien me habría mandado algo y que sería lo que habría en el interior.

Los dos paquetes los vi nada mas entrar. El mío era un paquete grande. Me los entregaron rápidamente y busqué el remitente enseguida. Que emoción!!!

Aun por los nervios y la intriga no quise abrir el paquete hasta llegar a la residencia donde lo abriría con más cuidado. Evidentemente ello duró los 45 minutos que tarde en caminar desde el Rectorado de la Universidad hasta la residencia donde vivimos.

Me lo quise tomar con calma, seguramente para saborear el momento. Es por ello por lo que nadas mas llegué lo dejé encima de la cama y no aparte la vista de su envoltura mientras me cambiaba y me ponía ropa mas cómoda.

Con tranquilidad me senté a su lado, lo cogí y lo palpé con intención de averiguar que era. Los libros siempre han sido muy fáciles de identificar (aunque actualmente se pueden confundir con la carcasa de un posible DVD). Este fijo que era un libro.

Lo abrí con cuidado, aunque hay que ver lo bien que pega el pegamento de los grandes sobres de Correos. Hizo falta un cuchillo, pero repito, siempre con mucho cuidado.

En su interior no había nota alguna. Solo un paquete misterioso envuelto en papel de regalo. Era un regalo para mi!!!

Posiblemente con más cuidado del que puse en un principio le quité dos de los tres celos que lo cerraban en su envoltura, le di la vuelta y sobre mi regazo cayó el misterioso diario.

Creo que de nuevo me voy a quedar sin palabras. Coger tal objeto, quitarle la goma que lo sujetaba y abrirlo ha sido una de las cosas mas bonitas que he hecho en mi vida, y seguramente el regalo en sí ha sido el que me han hecho con más amor y sentimiento.

Creo que le di un fortísimo beso en la portada cuando finalmente dejé de leerlo una hora mas tarde. Me sequé bien las lágrimas. Volví a meterlo dentro de todas sus envolturas y me aseguré de guardarlo en un sitio seguro.

Desde entonces, salir del ensimismamiento y comenzar de nuevo la vida, me ha sido mucho más fácil.

Con estas palabras quiero agradecer con todo mi sentimiento al remitente de tal paquete. Verdaderamente esta persona posee una gran porción de mi corazón, y le quiero con gran locura.

Para los curiosos: en ese paquete no se hablaba de nada extraño, nadie se me declaró, tampoco me comunicaron noticias privadas, ni me dijeron del mal que debía morir… Fue simplemente un regalo, pero hecho con todo el amor del mundo.

Hace menos de dos horas.


Se ponen a gritar de alegría todos los alumnos (cosa muy frecuente a la que ya me he acostumbrado) cuando entro en clase donde ya están todos sentados. Aplauden, me miran, me gritan cosas que no entiendo, muchos me dicen las cuatro cosas que se saben en castellano de ver la telenovela, yo hago el tonto un poco para contentarlos y discuto con cada uno de ellos pues me quieren todos a su lado.

Pasa el tiempo. Todos dentro de clase.

El profesor llega 45 minutos tarde. Sin ninguna prisa.

Me empieza a salir sangre de la nariz. El porque no lo se. Quizás los nervios, quizás un aviso de lo venidero. Pronto para. Nadie se llega a dar cuenta.

Cada uno ha de llevar su folio en blanco. El profesor en Rumania dicta las preguntas de los examenes. Yo no llevaba y pido una a un compañero. A parte, cada estudiante lleva su librito escolar de notas que es muy pequeño y donde al acabar el examen el profesor les escribirá a mano el nombre de la asignatura, la fecha y la nota.

El profesor se mete con algunos alumnos de forma descortés mientras se pavonea de ellos delante de la clase por diferentes motivos ridículos. Ellos ríen cuando no se mete con ellos o se enfadan cuando lo hace.

Sin ningún motivo lee las listas de presencia en voz alta de todos los días anteriores (les encanta gastar el tiempo).

Se dedica uno a uno a sentarlos donde le parece. Somos unos 60.

Hace dejar todos los apuntes en una mesa aparte para que supuestamente no copie nadie. Es alucinante ver como la gente tiene los apuntes escondidos en cualquier rincón de las vestiduras.

No puede compararse con España. Sinceramente, Impresionante!!!

A las 11:23 comienza el examen (una hora y 23 minutos tarde).Nos advierte que a cada unos nos puede llegar a pillar copiando hasta un máximo de tres veces.

Pasado un rato abre la puerta y se va de clase.

La clase se convierte en un griterío para copiar.

Vuelve a los 10 minutos. Se mete con el alumnado diciendo que tienen comportamientos de adolescentes.

Cuando la primera alumna entrega el examen todos se ponen a aprovechar y a hablar. Él no dice nada.

Al entregar yo el examen comienza el chantaje: Con lo que le he escrito en el examen no me va a aprobar. Solo lo hará si le traduzco su: tesis, trabajo, apuntes (no se muy bien aun que es) al castellano. Me dice que es una oferta que me esta haciendo. Recibiré noticias suyas a mi e-mail personal.

Salgo de clase


Razonamiento Personal: Es inmensamente alucinante observar la vida en Rumania. En cada detalle del dia a día te aborda el chantaje, la corrupción, el aprovecharse del prójimo... si encima eres español... agarrate!!!

Seas quien seas: Por favor no te asustes con este texto aun a sabiendas de que es verídico, pero es que hoy he querido ser realista con Rumania por una vez en 6 meses.

viernes, 6 de febrero de 2009

La vida sonrie.

Y mientras desde casa me informan de las mil y una nuevas experiencias y cambios a mejor que están sucediendo sin que yo pueda vivirlos allí en persona (pero de los cuales me alegro un montón), yo desde Rumania también transmitiré mis pequeños pero importantes cambios de vida, así como las pequeñas experiencias del día a día que poquito a poco me van haciendo sonreír.

La vida me sonríe, cierto es que en estos momentos lo hace de verdad, y tan pronto me encuentro sonriéndole yo también a ella mientras intento seguir los videos de Batuka de mis compañeras como metiendo dos bolas de un tiro jugando al billar con los amigos u organizando el viaje a Roma que me aguarda impaciente para dentro de unas semanas.

Mis amigos me envían postales cariñosas, mis familiares e-mails, con mis compañeros de Erasmus ahora nos comunicamos a base de dibujos transmitidores de ánimos y alegría que nos hagan disfrutar al máximo de la experiencia. Y mientras tanto pues vas recibiendo alguna buena nota de la universidad que te alegra el día, alguna propuesta que hacer por la tarde, alguna amiga que te pide ayuda con los deberes de Ingles o alguien que te anima a salir y hacer un poco de ejercicio en el exterior donde estos días hace unas buenas temperaturas primaverales.

lunes, 2 de febrero de 2009

Escribir en el Blog

Aunque no falto nunca a ninguna de mis clases. Aunque me toca pegarme unos paseos de casi 50 minutos para ir desde la residencia en la que vivo hasta la universidad. Aunque acudo al colegio de prácticas con los niños cuatro horas por semana. Aunque me cocino todos los días tanto la comida como la cena. Aunque estudio y hago los deberes que me mandan cuando toca y sin escatimar en el tiempo necesario. Aunque me apunto a los planes que me proponen los del lugar. Y aunque me toque levantarme cuando aun no ha amanecido para recorrer los varios kilómetros que me separan de la biblioteca y su apreciado Internet, no hay actividad que mas me guste que la de ponerme delante del teclado y dejarme llevar con tranquilidad para describir alegremente lo que por aquí me toca vivir. A cada palabra que escribo me imagino las caras de todos vosotros leyéndome impresionados, nerviosos, riéndoos tanto de mi como conmigo… Cada frase o idea que dejo escrita suele tener un significado. Suele ir dirigida a una persona en concreto o a un grupo, dejando caer ideas como comentarios casuales cuando en realidad esconden gran significado para algunos.

No me he dado cuenta de cuan importante es este simple Blog para algunos hasta que no he llegado a casa y lo he comprobado con mis propios ojos:

-Oye Juan. Me encanta tu Blog. Lo sigo casi todos los días.

-Yo te leo a menudo, aunque nunca te haya dejado ningún comentario.

-Yo estoy adicta a él.

-Yo si tardas en escribir me pongo de mal humor.

-Pues a la abuela se los imprimen y se los encuadernan haciendo un libro chulisimo.

-La mejor entrada que escribiste fue la de aquella vez que entraste en una Iglesia Ortodoxa. La leí lo menos diez veces.

Y la mejor frase que me han dicho en todas las navidades. La que más gracia me hizo. Fue como un comentario en secreto sin que se enterase nadie. Una amiga me viene y me susurra a solas:

-Y sabes que? Me he enterado que te lee hasta Dolors!!!

Jajajajajajaja

Me hizo mucha gracia aquel comentario, y a la vez me enorgulleció una barbaridad. Sinceramente, para mi que me lea Dolors es como si lo hiciese el mismo Steven King, Camilo José Cela o J. K. Rowling, y si encima es la mismísima persona la que en otro momento te dice que te lee y que le encanta… no hay palabras para describirlo.

Algunos comentarios anónimos me han preguntado (sin que les falte razón) porque parece que en las entradas que escribí antes de volverme a casa yo tenía tanta ansia por dejar Rumania, y porque ahora que me tocaba volver escribo entradas tan deprimentes y desoladoras.

A ver como explico esto……

Existen dos factores muy importantes que influyen en este tema. Dos factores que combinados hacen un factor muy grande por el cual yo escribiese lo que escribí, de lo cual, por supuesto, no me arrepiento.

El primero (y que no había expresado en este Blog hasta el momento) es que durante mis primeros meses en Rumania yo tuve algunos problemillas continuos en la cabeza que no me hicieron pasarlo excesivamente bien y por los cuales yo acabé los últimos días queriendo volver a España rápidamente donde poder tomar un gran respiro, liberar la mente y recoger fuerzas con mi gente para tratar de aclarar mis ideas. Supongo que esa seria la primera razón por la que yo no pudiese reprimir escribir esas ansiadas ganas de volver a casa. De todos modos creo que incluso me quedé corto expresando cuantas ganas de verdad tenía por pisar suelo conocido.

La segunda razón por la que casi se podría decir que mis ganas por volver a Rumania eran nulas era obviamente debido a todo lo que uno deja atrás cuando se marcha. Estar dentro del avión y no poder quitarte de la mente todas las caritas de todos aquellos a los que mas quieres y a los que no vas a ver en mucho tiempo. Que te vengan a la mente los miles de momentos vividos durante estas navidades. Las comilonas con la familia, los reencuentro con los amigos, las conversaciones con los mas queridos, las acampadas en Alcocebre, las noches de las acampadas en Alcocebre, los resultados de las noches de las acampadas en Alcocebre…

Sí. Sin lugar a dudas ese fue el virus maligno causante de los tristes escritos a la hora de tener que regresar a Rumania. Si a eso le añades que no podía dejar de pensar que me tocaba volver al mismo lugar donde tanto me había comido la cabeza y de donde tantas ganas había tenido de salir, sale una mezcla extraña que a la hora de expresarlo se convirtió en la entrada anterior que escribí.

Y hablando de virus. Mamá, creo que vuelvo a estar malo. Ha sido llegar aquí y de tanto frío que hace (porque la verdad que hace un frío impresionante (también hay que decir que en España ha hecho mucho frío estas navidades, pero es que uno vive en Castellón, ya sabéis, ese sitio de donde nos enteramos por la tele de todas las borrascas que entran por Galicia pero que no nos llega ninguna, y si nos llega se convierte en un día nublado con un poquito de viento y santas pascuas)), bueno, pues eso, que ayer dolor de cabeza y hoy estornudos sospechosos. Mamá, ¿tu no me dijiste que si se pasaba la gripe una vez ya no se volvía a pasar en un tiempo? ¿De que me ha servido estar tan enfermo estas dos ultimas semanas en España si luego a la mínima que hace frío en Targoviste me vuelvo a poner tonto?

Así que, para finalizar, si eres uno de esos estudiantes que tienes pensado venirte el año que viene de Erasmus a Rumania o a cualquier otro sitio, ya te estoy informando de antemano que la vuelta a casa por Navidad y mas tarde el regreso al país extranjero es uno de los momentos mas complicados sentimentalmente que se viven en esta experiencia. Me ha sido extraño pero a la vez muy aliviante el ver que a todos mis otros compañeros de Erasmus les ha ocurrido exactamente lo mismo. La primera noche de vuelta en Rumania la peor de tu vida.
-¿Pero que hago yo aquí de vuelta? -Te preguntas una y otra vez-. Con lo súper bien que yo estaba en casa.
Te llegas incluso a preguntar si eres tonto de remate o masoca perdido. Ahora bien, y no es ninguna mentira lo que voy a decir ahora, una vez pasado ese pequeño bache (esa primera noche) y despiertas al día siguiente, vuelves a ser el mismo de antes incluso algo mejor de lo que te esperabas. Tienes las pilas y los ánimos cargados de tantos mimitos que te han dado en Navidad. Te has traído contigo libros de lectura, juegos nuevos… pues ahora ya sabías a lo que venias (no como la primera vez). El desasosiego que te da ver que no eres el único que venía pensando excesivamente en el avión… y las fuerzas que sacas de todas tus entrañas para demostrarte a ti mismo y al mundo entero que no hay nada que pueda contigo, hacen que enseguida te encuentres activo, despierto y con ganas de comerte el mundo y aprovechar todas aquellas experiencias que por la razón que fuese no habías hecho experimentado aun hasta ahora.

(N.a.l.T.B. (Nota a la Tía Blanca): creo que si le imprimes este texto a la abuela y se lo añades en su libro (o mas bien en “mi” libro), le entrará mas desasosiego y “patiment” del que ya tiene encima, ¿no crees?. Creo que me ha salido una entrada poco apta para la abuela y sus padecimientos. De todos modos, si cuando la leéis los demás no os parece muy dramática podéis imprimírsela, ahora bien, borrando estas mismas frases)

Quieres oirme en la Radio?!!!

Me da un poco de vergüenza, pero bueno, lo pongo como algo curioso.

Confieso que estaba nerviosillo. No todos los días te llaman de la Radio para tocarte las narices de este modo, pero alegaré que no se oía nada y que la entrevistadora era un poco petarda.

http://www.radio.uji.es/emissions02/28_04_09_mon_a_uji.mp3

Animo amigos!