lunes, 17 de noviembre de 2008

Monasterio

No muy lejos de la residencia, en lo alto de las montañas de enfrente nuestra se haya el monasterio de monjas de Targoviste. Se ve en lo alto del monte desde nuestra ventana, pero para llegar allí hay que coger el coche o ponerse a andar desde bien temprano.

El Sábado nos decidimos a visitarlo. El plan me lo propusieron unos amigos míos rumanos. Ellos son pareja. El chico estudia Informática y ella trabaja en una tienda de juguetes. Ambos viven juntos en la residencia y son de lo más agradable que uno se puede encontrar.

Con el coche que ellos tienen no tardamos nada en llegar nosotros tres. Ella habla bastante bien español, por lo que no hay ningún problema de comunicación. Con él me hablo en rumano o su novia me traduce a veces si no lo entiendo.



Cuando llegamos me explican todo. El monasterios es de monjas Ortodoxas. Todas ellas vestidas de negro con su pañuelo en la cabeza. Son graciosas con ganas y muy amables. La entrada costaba un Leu y no dudé en invitar a mis dos acompañantes en favor al plan que me estaban ofreciendo.

Como todos los monasterios, aquí son con forma cuadrangular y un gran patio en el centro. Las viviendas están en la parte que forma el cuadrilátero y en el centro, entre césped y flores, se alza la iglesia donde se hace el culto religioso.

Después de ello me di un paseo. Llegue hasta el colegio número 5 (aquí los colegios van por números), al cual hice una foto. En este colegio será donde comience a hacer las practicas esta semana. Practicas de Magisterio de Educación Física.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Con frio no hay fotos

Seré breve, y eso que hace mucho que no tengo tiempo para escribiros.

La vida aquí entra en su plena monotonía (cosa mala). Prometí en la ultima entrada que la que escribiría después (es decir, esta) seria grandiosa y narrando mil aventuras. Pues no, finalmente no salio bien lo de ir a visitar Budapest, y repito, queríamos visitar Budapest (capital de Hungría), y eso que aun no hemos visitado ni Bucarest que es la capital de Rumania.

Pero es que hemos sido muy tontos. Los erasmus que aquí estamos hemos dejado pasar como tontos los mejores días de sol, y ahora nos encontramos con un frío que pela, los campos helados y poquísimas ganas de salir de los edificios o de ponerse en las calles de una ciudad desconocida a pasear bajo el frío, con los abrigos, los gorros, los guantes. Saca la cámara de fotos, pero con los guantes se te cae, no puedes apretar el minúsculo botón (a saber quien diseño los botones de las nuevas cámaras fotográficas, que están al lado del botón de apagado, como pretendas usarla con unos buenos guantes la cámara se lía sin saber a que botón quieres apretarle)... pero bueno, no es excusa para no seguir intentándolo.

Las clases en rumano siguen su curso. El idioma cada vez va mejoran mas, pero siempre poquito a poquito. Con el paso del tiempo voy conociendo a gente mas maja con la que ya hay mas confianza, aun así (y aunque no debería comparar), no son grandes amigos ni conparables con como somos en España. Los mismos rumanos se auto critican negativamente, cosa que me sorprende mucho, porque lo hacen todos. Saben sus defectos pero no tratan de proponer actividades o soluciones que los saquen de sus monotonia y dejadez.

Iba a añadir ahora alguna foto, pero me he dado cuenta que no tengo buenas fotos nuevas. Quizás sea por el frío por lo que he dejado de pararme ante las curiosidades a hacerles una foto.

NOTA mental: Hacer fotos a pesar del frío para poder poner en el Blog.

Me despido y hasta otra.

jueves, 6 de noviembre de 2008

¿Quieres venir de Erasmus a Rumania?








Esta es la primera entrada que dedicaré a todos aquellos que quieren irse de Erasmus en un futuro, pero estoy seguro que no será la ultima que escriba. El año pasado yo me estaba planteando la idea de venirme de Erasmus aquí a Rumania y me pasaba grandes tardes pegado a la pantalla del ordenador estudiando a fondo los comentarios de aquellos que ya se habían venido de Erasmus antes que yo. Cada tontería que escribían me interesaba una barbaridad y mientras leía me hacia mis propias ideas de lo que me iba a encontrar cuando viniese.

Ahora ya soy yo el que está de Erasmus. Yo soy el que está escribiendo en Internet sobre las experiencias que aquí se viven, y por consiguiente a mi me están leyendo aquellos que quieran venirse el año que viene. A sido gracias a un comentario anónimo por lo que me he dado cuenta de esto a groso modo. Los papeles han cambiado. Ahora soy yo el que está explicándoles a los que se quieren venir el año que viene y seguro que ellos me leen de vez en cuando con ganas de saber como será su experiencia. Pues bien, voy a tratar de escribir sinceramente todo lo que esta vivencia supone. Voy a animaros al máximo para que os vengáis para acá. La experiencia vale la pena, por supuesto. Hay que vivir esto en primera persona, y para ello únicamente hay que tomar la firme decisión de aceptar la beca sin miedos.

Cuando yo leía en otros blogs de otros estudiantes, yo siempre lo vi todo un poco abstracto. No llegaba a imaginarme del todo como era la vida Erasmus. No sabia si era una vida aburrida, divertidísima, solitaria... Siempre deseaba más y más información. Todo me parecía poco.



La primera impresión que me gustaría daros es que si venís nunca vais a estar solos. No llevo más que dos meses aquí en Rumania y ya me he dado cuenta que hay cientos y cientos de estudiantes Erasmus por aquí. Muchísimos. Solo en Targoviste somos 13 y todos nosotros Españoles. Esto conlleva que estamos todo el rato juntos. Nos hacemos unas fiestas interminables. Nos hablamos continuamente. Nos vamos juntos de viaje (si todo va bien la siguiente entrada que escriba será inmensa describiendo un viaje grandioso del que no daré ahora muchos más detalles)... La experiencia no la vives en solitario. La vives con muchos otros.
Antes de venirme yo siempre pensé que no solo sería el único español que se atreviese a venir a Rumania, sino que sería el único Erasmus. Pues bien, de eso nada. Somos ciento y la madre, lo cual hace la experiencia menos aburrida, menos solitaria... en otras palabras: muy agradable.

También sé que existen diferentes personalidades. Una persona podrá pasarlo mejor o peor, pero nunca se llega a pasar mal. Es obvio que si vienes vivirás momentos de soledad y añoranza, pero que no serán nada comparados con los buenos momentos que también vivirás. Ahora bien, tú también tendrás que poner un poquito de tu parte para abrirte a nuevas amistades, nuevas experiencias... La experiencia dependerá siempre de la cantidad de predisposición que le quieras dar.

No escribiré mucho más por hoy que ando liado, pero si de verdad quieres venirte para Rumania no dejes de leer de vez en cuando información. Yo trataré de escribir lo que pueda.

Doy gracias a todo aquel que se decide a escribirme comentarios, porque es gracias a ellos por los que yo oriento mis textos. No dudéis nunca en escribirme o preguntarme sobre cualquier duda en la experiencia. En serio. Trataré de contestar siempre a aquellos que quieran que les ayude a planificar su futuro Erasmus.

Para mis amigos y familiares: Hoy no he escrito pensando en vosotros, pero tranquilos que no me olvido. Sigo bien e incluso más animado que antes, pues se me ocurrió anoche coger la cámara de video y mirar si había videos grabados de hacia tiempo. No os podéis ni imaginar como me quede cuando descubrí que allí aun conservaba todos los videos del campamento de este año, los videos de la acampada a Peñagolosa con los monitores, los videos del verano en Alcocebre, la fiesta Porcar en las Alquerías, etc, etc, etc... El subidón que tuve fue brutal. Tanto es así, que cuando levante los ojos de la pequeña pantalla me quedé parado, miré a mi alrededor y dije:

"¡Ostras, si estoy en Rumania!"

Se me había ido el santo al cielo por completo. Me había transportado por unos minutos a España y al volver a la vida real me sentí supercontento y animado de tener unos amigos y familiares como los que tengo.

Por cierto, me han llegado noticias que a Miquel le mandáis el CD del Campamento a Canadá y a mi no me lo mandáis a Rumania que está más cerca... Muy mal. Que aun no lo he visto!!!!

Solo dejaré caer mi dirección aquí por si acaso alguien está aburrido y quiere mandar un pequeño paquetito hacia el Oriente.

Erasmus, International Ofice
Universitatea Valahia. Bdul Regele Carol I, nr.2
130024 Targoviste ROMANIA


Mil besos a todos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

“No estoy Juan”


He escrito mucho en este espacio y seguiré haciéndolo siempre que se pueda y encuentre Internet, pero no me he dado cuenta hasta ahora que todo lo que ha sido escrito lo he narrado a modo de agencia de viajes. No he contado más que hechos que me han ocurrido o detalles que se puede encontrar uno en estas tierras lejanas. Aspectos físicos que te dan una idea del lugar desde el que escribo. Acciones detalladas de en que calamidades me meto, pero... ¿quién soy yo? ¿y como estoy?, ¿cuáles están siendo mis opiniones, mis miedos, mis problemas, o mis estados de animo?, ¿lo sabe alguien?

He estado leyendo en algunos Blogs de amigos (todos ellos viviendo una experiencia parecida a la mía) y me he dado cuenta que ojeándolos no solo te enteras de cuales son sus aventuras. También te cuentan que está pasando por sus cabezas, como se sienten, cuales son sus preocupaciones, sus planes de futuro... Parece que el amigo esté sentado a tu lado pidiéndote consejo continuamente con un comentario o un e-mail.

Cualquiera podría pararme ahora mismo y hacerme reflexionar antes de seguir escribiendo. Hacerme pensar si verdaderamente eso es lo que yo quiero. Si sería bueno escribir abiertamente en Internet mis ideas, mis pensamientos personales... Pero también piensas: “Total, si son mis conocidos los que van a leerme. Solo a ellos puede interesarles lo que me ocurra”. ¿Por qué no dar rienda suelta al teclado y dejarse llevar por los pensamientos de uno mismo?

Pero ni aun tomando la decisión me es fácil abrir mis sentimientos. Son aquellos los que más me conocen los que saben cuanto puede llegar a costarme hablar de mi mismo, expresar lo que verdaderamente siento.

Una muy buena amiga mía dijo en su momento que hay diversos grados de “Felicidad”. Está el grado nulo, luego el que es feliz a medias, el que siempre parece estarlo y uno más: El “estado Juan”.
El estado Juan, como bien indica su nombre, viene de aquí un servidor. Es aquel grado de felicidad en el que uno es feliz con mayúsculas. Vive inmensamente contento, alegre, radiante. Siempre sonriendo, sin preocupaciones en la cabeza (que es lo más importante). Feliz haciendo cualquier actividad, en cualquier lugar o con cualquier compañía por muy desconocidos que sean los asistentes. A eso se le llama estar “Juan”. Y en el momento en el que se dijo esto, yo me encontraba en mi estado puro, en mi felicidad suprema. Yo era yo. Yo estaba Juan.

Ha llovido mucho (no por Targoviste) desde aquel día de primavera, y las situaciones cambian al igual que los estados de ánimo y los sentimientos personales de uno mismo. Ahora uno ya no se encuentra con sus amigos. Tampoco con sus familiares. Sin las pertenencias propias. Alejado del hogar familiar, etc... entonces es cuando uno se pone a pensar y pensar. A darle vueltas a las cosas. A tener preocupaciones en la cabeza.
Al instante se invade la cabeza de preguntas frecuentes pero dolorosas en estos casos: ¿qué hago aquí? ¿por qué demonios tuve que salir de casa? Aquí nada es tan alegre como me lo esperaba. No hay nadie con quien hablar de verdad...
Pero razón no falta. El lugar en el que me encuentro no es tan alegre como lo era mi ciudad. Tampoco las compañías lo son. La gente no te entiende. Tu no los entiendes a ellos. Te encierras en tus pensamientos y le das vueltas a tonterías. Ha pasado esto, y yo he hecho aquello. He actuado mal. Tengo que esforzarme más. Echo mucho de menos mis cosas. Que estarán haciendo mis amigos...

Solo puedo dar gracias a Dios por la experiencia que ya le ha inyectado a uno en el cuerpo, gracias a la cual me puedo dar cuenta que me encuentro en un pequeño bajón. El primer paso lo doy rápidamente, el de reconocer el problema. Y son muchas las actividades que ya he vivido las que me han enseñado a actuar en estos malos momentos. En los periodos de depresión. Y entre la negrura que ciega tus ojos de forma muy cerrada, encuentro algunas luces débiles que me recuerdan siempre:

Momentos así los tenemos todos. Las depresiones nunca son de por vida. Son momentos de ánimo bajo que siempre pasarán igual de rápido que como las vimos venir...
Y a su vez algo de confianza en tu interior te empuja por detrás diciéndote: Vamos. Tú puedes salir de esta. Busca soluciones a tu problema. Ojea las fotos que más te gustan. Escucha tu música más animada. Date una vuelta fijándote en lo que ves. ¿Y que es? Pues en ocasiones pobreza, miseria y necesidad. Niños de 10 años que te abordan por medio Lei (13 céntimos de Euro). Madres gitanillas rebuscando en tu propio contenedor de basura con el niño al lado... y podría seguir poniendo ejemplos pero no me apetece.

Entonces te vuelves a mirar a tu interior y no tienes ni que seguir preguntándote nada. Te ves con tu Ipod en el bolsillo, con tu cartera llena de dinero y con posibilidad de más con solo una llamada a casa, con los amigos que te esperan, tus problemas de poca monta...

No hay nada de lo que pueda quejarme. Absolutamente nada. Tengo todo lo que quiero y más, tanto es así que me malogro de tanto que me sobra. Tengo una vida estupenda. Unos amigos increíbles. Unos complicaciones insignificantes. Una salud envidiable. Una vitalidad grandiosa que si reprimo es porque quiero...

Alguno puede que ya esté pensando lo indiscutible. ¿Juan está deprimido después de lo que está escribiendo? ¿Está Juan pasando un mal momento?

Cuando empecé a escribir esto no sabía como me encontraba de ánimos ni yo mismo. Solo han hecho falta una docena de párrafos para abrirme una vez más los ojos. Hay que vivir la vida. Hay que ser Feliz.

Señores, ahora Juan vuelve a encontrarse “Juan”.

Quieres oirme en la Radio?!!!

Me da un poco de vergüenza, pero bueno, lo pongo como algo curioso.

Confieso que estaba nerviosillo. No todos los días te llaman de la Radio para tocarte las narices de este modo, pero alegaré que no se oía nada y que la entrevistadora era un poco petarda.

http://www.radio.uji.es/emissions02/28_04_09_mon_a_uji.mp3

Animo amigos!