viernes, 8 de mayo de 2009

Vuestro día de suerte el mío de desgracia

Me levanto a las 6:53, me visto, desayuno y bajo a coger el autobús (si se puede llamar así a la pequeña furgoneta que nos marea por las mañanas). Que casualidad que hoy no viene (lo hace dos de cada tres veces). Juan se pone a caminar y caminar. Pasados 39 minutos y con la lengua fuera Juan llega a su facultad. Son las 8:12. Juan abre la puerta de clase y….. TACHAN!!! Hoy no hay clase. Juan mira su horario. La próxima comienza a las 12 del mediodía.

4 horas libres!!!!

Solución: escribir un poco.

Y aquí estoy. Cansado por la caminata y sin mucho que hacer. En parte me alegro de haber encontrado este hueco para escribiros (que mientras venía ya me lo olía) pues así actualizo un poco el Blog y sus comentarios que creo que es la temporada mas larga que dejo sin escribir.

Y es que la vida da vueltas y más vueltas. Me sorprende incluso el darme cuenta de cuantas vueltas da. Parece una pelota. En ocasiones rueda para adelante, para atrás, rebota en algún escalón o se deja caer montana abajo. Se la puede llevar el viento, entonces va pa los lados.
Y esta tontería que acabo de escribir parece mentira pero me da que pensar. Recapacito un poco y podría decir incluso hacia donde ha estado girando la pelota en cada momento de este año. Me alegra descubrir que me parece que ahora gira para adelante. Más bien está acelerando a modo de sprint, para subir la última de las cuestas de todo el camino. Y debe ser porque he estado ocupado acelerando el motor por lo que no os he escrito antes, y ello me ha llevado a hacer muchas cosas en poco tiempo que supongo que quedaran bien escritas aquí abajo.

Por ejemplo, la semana pasada y esta la he mantenido ocupada entregando un trabajo importante. No ha sido el gran trabajo de mi vida, pero el quitármelo de encima me ha hecho poder respirar un poco mas tranquilo. Ahora me quedan otros 3.378.652 por hacer y entregar, pero supongo que con tiempo y calma se irán resolviendo uno a uno sin complicaciones.

Lo que no me ha quitado tanto el sueño ha sido el tener que dar clase en el colegio. Me he sorprendido a mi mismo la tranquilidad con la que ya me tomo este tipo de actividades. ¿Qué pasa?, ¿Qué después de tantas tonterías ahora me toca dar una clase de Educación Física a treinta niños rumanitos? Pues nada. Sin ningún problema.

La profesora me dice los objetivos que debo cumplir cuando nos encontramos de casualidad en el estadio de baloncesto viendo la final femenina rumana. La cosa fueron algo así como treinta objetivos que debía trabajar para una sola clase de cincuenta minutos, pero Juan no se preocupa. Una vez en casa los cojo, los combino y ¿Qué es lo que sale?

Pues el baile del “Pata pata” para estirar antes de comenzar (deberías haberlos visto. Que graciosos).
El juego de la “Araña peluda” para practicar diferentes Métodos de Desplazamiento, incluidos los gestos asesinos de arañas y moscas en pleno combate.
Más tarde había que trabajar Baloncesto. Tres ejercicios complicadísimos que me había ensenado la profesora con unos dibujos rápidos y que yo pensaba que los niños no iban a saber hacer, pero parece que la mujer se conoce bien las capacidades de sus muchachos pues funcionaron como la seda.
Luego la profe quería trabajar resistencia para prepararlos para no se que prueba y salimos todos fuera y corrimos en círculos bajo el sol primaveral durante cinco minutos.
Luego vuelta a la calma.
El saludo final (algo tipical rumano) y a los vestuarios.

Cuando finalmente nos reunimos mis compañeros (que me habían estado observando) con la profesora, esta me dio la mano y la enhorabuena, y todo ello a pesar de que yo durante la clase comenzaba las frases utilizando el castellano, cuando llegaba a la tercera palabra me pasaba al ingles, luego metía alguna palabra en valenciano y finalmente acababa haciendo el tonto con el idioma de signos (que creo que era el que verdaderamente les hacía entender a los chavales lo que había que hacer). Entonces se reían un poco bastante de mí, hablaban entre ellos para poner en común lo que había entendido cada uno y luego hacían el ejercicio que, ya digo, salían a la perfección. Y todo por no usar el rumano que habria hecho la clase mas aburrida.

Dejándonos de mis tonterías con los niños y volviendo a la vida estudiantil se puede decir que la experiencia Erasmus ya va viendo la meta detrás de la colina. Hay ya cuatro estudiantes a los que les queda menos de una semana para marcharse. Tienen su avión y todo. Otros ya están nerviositos y van mirando como suben los precios de los aviones sin poder comprar billetes todavía pues no conocen la fecha exacta en la que acabaran con todo.

Yo por mi parte sigo mentalizado que hasta que no esté bien entrado Junio de aquí no me sacan ni las fuerzas armadas. No sería porque yo me resistiese, sino porque no creo que acabe antes y, o me esfuerzo y lo dejo todo aclarado para antes del día final, o no consigo las mil y una convalidaciones que necesito para acabar la carrera, que es mi objetivo a gran escala.

De todos modos, ya puedo decir con alegría, que ya queda poco para veros a todos.

1 comentario:

Josep Miquel Porcar Mallen dijo...

Aranya peluda, que risa, i que recuerdos ahi en las classes de patinaje, la facilidad que tienes para trabajar con pequenyos es unica, tienes una gran destreza i naturalidad.
Nos vemos en Julio, un abrazo i que la pelota siga rodando!

Quieres oirme en la Radio?!!!

Me da un poco de vergüenza, pero bueno, lo pongo como algo curioso.

Confieso que estaba nerviosillo. No todos los días te llaman de la Radio para tocarte las narices de este modo, pero alegaré que no se oía nada y que la entrevistadora era un poco petarda.

http://www.radio.uji.es/emissions02/28_04_09_mon_a_uji.mp3

Animo amigos!