Algunos pensarán que es un poco pronto para comenzar a hacer conclusiones de mi estancia en Rumania. Eso es seguramente porque ellos no saben lo poco que me queda por estas tierras, y como tal se ha de hacer las valoraciones pertinentes ahora que aun estamos por la zona.
Hablaba hoy con una de mis compañeras (a la cual le queda mucho menos tiempo que a mi para marcharse) y le pedía que me dijese como consideraba ella que había sido su año. Sabía que ella no lo había pasado muy bien. Le costó adaptarse un poco y luego no consiguió remontar como le hubiese gustado. Yo no quiero ser un mártir, pero considero que a mi me pintaban las cosas más duras desde un principio, pero conseguí encontrar mi hueco en la experiencia hasta llegar a disfrutar como fuese y donde fuese.
Así pues su valoración era negativa.
Ahora me sorprendo preguntándomelo a mi mismo, aunque yo no creo que mi opinión vaya a ser semejante. Yo recomendaría la experiencia siempre que se supiese claramente a donde se viene. No se ha de ser pesimista y uno debe adaptarse o morir. Si algo he aprendido en esta experiencia es esto.
A día de hoy no puedo negar que los principios que vivimos por los nuevos mundos fueron difíciles, en algunos momentos EXTREMADAMENTE difíciles, pero si hago memoria descubro que tales momentos fueron causados única y exclusivamente por nosotros. Me doy cuenta ahora que si el mal llegó lo hizo porque el grupo de españoles causamos los problemas entre nosotros. Si en alguna ocasión te venía la fugaz idea de abandonar la experiencia nunca era porque algún rumano te lo hubiese hecho pasar mal. No era porque el país no nos acogiese. Tampoco porque tuviésemos malas condiciones de vida. Nosotros mismos éramos causantes del mal y sufridores del dolor pertinente.
Ahora ya se acaba, y como siempre que termina una etapa en la vida te invade por un lado añoranza, de todo lo vivido, y por otro nerviosismo, por todo aquello que ahora te espera y que no conoces aun. Una vez más la vida llega a un cruce en el que existen dos, o tres, o decenas de caminos diferentes. De todos ellos solo uno deberá ser tomado, mientras que detrás de ti queda una única senda ya pisoteada y ensanchada por el paso de tus propios pies que sin duda ha sido fuente de aprendizaje y experiencia.
Y después de pensamientos tan en rebuscados como estos de los cuales me sorprendo a mi mismo al escribirlos, me atrevo a decir que quizás esta vaya a ser la última entrada que escriba en el Blog, o al menos la última que escriba desde Rumania. No significa esto que me vaya a ir mañana, pero me conozco, y se que después de este ratito encontrado por casualidad puede que no vaya a encontrar el tiempo y los recursos necesarios para escribir algo nuevo de relevancia.
Si es así me despido con alegría. Escribir y dejar constancia de lo vivido ha sido para mi una novedad que nunca antes había hecho. Espero haber servido para algo. Se que muchos os habéis ido interesando por el Blog para saber que era de mi. Otros encontrasteis el Blog de casualidad y muchos otros me escribisteis porque queríais saber más del lugar que pronto vendréis a visitar como yo ya he hecho. Además siempre existirán nuevos personajillos que un día encontrarán este Blog rebuscando por la red queriendo saber algo más del Erasmus en Targoviste. Me acabo de dar cuenta que, hoy por hoy, si combinas esas dos palabras en Google lo primero que te sale es este Blog. No se como expresarlo, pero en realidad me da cierto orgullo y satisfacción. Se puede decir que yo (una persona simple como otra cualquiera) he aportado mi pequeño granito de arena a la inmensa red de información en el mundo. Dejo todo lo escrito a merced de aquel que le pueda interesar y consiga sacarle provecho.
Ahora me despido con sencillez y... quien sabe, quizás algún día las circunstancias nos hagan volver a atarearnos con un nuevo proyecto como este donde podamos encontrarnos de nuevo.
Finalmente agradecer a todos por los comentarios que ya habéis hecho y por aquellos que se seguirán haciendo, sin los cuales la verdad que no hubiese encontrado la inspiración ni las ganas de seguir informando periódicamente a la simple pantalla del ordenador.
Un saludo muy alegre a todos.
Juan
Hablaba hoy con una de mis compañeras (a la cual le queda mucho menos tiempo que a mi para marcharse) y le pedía que me dijese como consideraba ella que había sido su año. Sabía que ella no lo había pasado muy bien. Le costó adaptarse un poco y luego no consiguió remontar como le hubiese gustado. Yo no quiero ser un mártir, pero considero que a mi me pintaban las cosas más duras desde un principio, pero conseguí encontrar mi hueco en la experiencia hasta llegar a disfrutar como fuese y donde fuese.
Así pues su valoración era negativa.
Ahora me sorprendo preguntándomelo a mi mismo, aunque yo no creo que mi opinión vaya a ser semejante. Yo recomendaría la experiencia siempre que se supiese claramente a donde se viene. No se ha de ser pesimista y uno debe adaptarse o morir. Si algo he aprendido en esta experiencia es esto.
A día de hoy no puedo negar que los principios que vivimos por los nuevos mundos fueron difíciles, en algunos momentos EXTREMADAMENTE difíciles, pero si hago memoria descubro que tales momentos fueron causados única y exclusivamente por nosotros. Me doy cuenta ahora que si el mal llegó lo hizo porque el grupo de españoles causamos los problemas entre nosotros. Si en alguna ocasión te venía la fugaz idea de abandonar la experiencia nunca era porque algún rumano te lo hubiese hecho pasar mal. No era porque el país no nos acogiese. Tampoco porque tuviésemos malas condiciones de vida. Nosotros mismos éramos causantes del mal y sufridores del dolor pertinente.
Ahora ya se acaba, y como siempre que termina una etapa en la vida te invade por un lado añoranza, de todo lo vivido, y por otro nerviosismo, por todo aquello que ahora te espera y que no conoces aun. Una vez más la vida llega a un cruce en el que existen dos, o tres, o decenas de caminos diferentes. De todos ellos solo uno deberá ser tomado, mientras que detrás de ti queda una única senda ya pisoteada y ensanchada por el paso de tus propios pies que sin duda ha sido fuente de aprendizaje y experiencia.
Y después de pensamientos tan en rebuscados como estos de los cuales me sorprendo a mi mismo al escribirlos, me atrevo a decir que quizás esta vaya a ser la última entrada que escriba en el Blog, o al menos la última que escriba desde Rumania. No significa esto que me vaya a ir mañana, pero me conozco, y se que después de este ratito encontrado por casualidad puede que no vaya a encontrar el tiempo y los recursos necesarios para escribir algo nuevo de relevancia.
Si es así me despido con alegría. Escribir y dejar constancia de lo vivido ha sido para mi una novedad que nunca antes había hecho. Espero haber servido para algo. Se que muchos os habéis ido interesando por el Blog para saber que era de mi. Otros encontrasteis el Blog de casualidad y muchos otros me escribisteis porque queríais saber más del lugar que pronto vendréis a visitar como yo ya he hecho. Además siempre existirán nuevos personajillos que un día encontrarán este Blog rebuscando por la red queriendo saber algo más del Erasmus en Targoviste. Me acabo de dar cuenta que, hoy por hoy, si combinas esas dos palabras en Google lo primero que te sale es este Blog. No se como expresarlo, pero en realidad me da cierto orgullo y satisfacción. Se puede decir que yo (una persona simple como otra cualquiera) he aportado mi pequeño granito de arena a la inmensa red de información en el mundo. Dejo todo lo escrito a merced de aquel que le pueda interesar y consiga sacarle provecho.
Ahora me despido con sencillez y... quien sabe, quizás algún día las circunstancias nos hagan volver a atarearnos con un nuevo proyecto como este donde podamos encontrarnos de nuevo.
Finalmente agradecer a todos por los comentarios que ya habéis hecho y por aquellos que se seguirán haciendo, sin los cuales la verdad que no hubiese encontrado la inspiración ni las ganas de seguir informando periódicamente a la simple pantalla del ordenador.
Un saludo muy alegre a todos.
Juan